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Cómo prevenir un ataque al corazón

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Los infartos al corazón son la causa número uno de muerte en Estados Unidos y en la mayoría de los países industrializados. La prevención de la enfermedad coronaria (desarrollo de placas en las arterias) es lo que va a lograr que usted pueda prolongar su vida y conservar su salud. No espere a tener síntomas para proteger su corazón.

Factores de riesgo tradicionales para el desarrollo de enfermedad coronaria:

1. Edad avanzada (> 60 años)

2. Presión alta (>140/90)

3. Diabetes

4. Historial familiar de enfermedades cardiovasculares

5. El uso del cigarrillo

6. Nivel bajo de colesterol bueno (HDL) y nivel alto de colesterol malo (LDL)

7. Estilo de vida sedentario / falta de ejercicio

8. Dieta compuesta por un alto contenido de grasas saturadas

9. Sobrepeso/obesidad

A continuación una guía sencilla para prevenir un infarto al corazón:

Aspirina: Se recomienda para pacientes con un alto riesgo de desarrollar enfermedad coronaria o un evento cardiovascular. Una dosis de bebé (81 miligramos) es igual de efectiva para prevenir infartos al corazón que dosis más altas. Mientras más alta la dosis, mayor es el riesgo de sangrado gastrointestinal.

Baja tu presión arterial: La meta en personas que no sufren de enfermedad de los riñones, enfermedad del corazón o diabetes es de < 140/90. Las personas que sufren de enfermedad cardiaca o insuficiencia renal deben mantener su presión arterial por debajo de 130/85. Los individuos que padecen de diabetes deben mantener su presión arterial por debajo de 130/85. La presión arterial se puede controlar mediante la reducción en el consumo de sodio, mantener un peso ideal, una rutina diaria de ejercicio aeróbico, la moderación en el consumo de alcohol, un aumento en el consumo de frutas y vegetales y una disminución en el consumo de grasas saturadas.

Colesterol y cigarrillo: Existen dos tipos de colesterol: el bueno (HDL) y el malo (LDL). Los hombres y mujeres que tienen un nivel de colesterol bueno en la sangre < 40 mg/dl y < 50 mg/dl, respectivamente, están a riesgo de sufrir un infarto al corazón. El nivel adecuado de colesterol malo en la sangre depende de los factores de riesgo de cada individuo. Individuos con un alto riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares deben mantener un nivel de colesterol malo en la sangre menor de 100 mg/dl. Pacientes que han sufrido un ataque al corazón, tienen historial de cirugía de bypass o historial de angioplastía necesitan mantener un LDL menor de 70 mg/dl. El ejercicio aeróbico, no fumar y el consumir Vitamina B3 o Niacina ayudan a mantener un nivel adecuado de colesterol bueno.

El uso del cigarrillo aumenta el riesgo cardiovascular de la persona. Estudios recientes demuestran que el fumador pasivo (persona expuesta al humo del cigarrillo) también posee un riesgo elevado de sufrir un ataque al corazón.

Dieta: La meta final debe ser la adopción de una dieta que resulte sana para el sistema cardiovascular. El consumo de frutas, vegetales, granos, productos lácteos bajos en grasa, pescado al menos dos veces en semana, pavo, pollo y carnes con un bajo contenido de grasa (lean cuts) es importante para mantener un buen perfil cardiovascular. El consumo diario de grasas saturadas no debe de exceder un 7% y el consumo de colesterol (por ejemplo en la mantequilla) no debe de exceder unos 200 miligramos diarios. El total de sodio ingerido diariamente no debe ser mayor de 2 gramos, en especial si padece de hipertensión arterial. Aquellos individuos que ingieren bebidas alcohólicas deben hacerlo en moderación (hombres ≤ 2 bebidas / drinks al día y mujeres ≤ 1.

Ejercicio: La Asociación Americana del Corazón recomienda una sesión diaria de ejercicio moderado (caminar rápido por ejemplo) que dure por lo menos unos 30 minutos. Una alternativa para aquellos que no pueden establecer una rutina de ejercicio diaria es el uso del podómetro. El caminar 4 millas diarias o 10,000 pasos al día se asocia a una mejora en el perfil cardiovascular.

Sueño: Es importante dormir 7-8 horas diarias. El dormir menos de 7 o más de 8 horas se asocia a un riesgo elevado de infartos al corazón. El dormir poco también engorda, produce un aumento en las hormonas grelina y cortisol; ambas promueven la deposición de grasa en el área abdominal.